domingo, 23 de octubre de 2016

MOSCHINO Y SU MODA MAS EXTRAVAGANTE CIERRAN LA FASHION WEEK DE MILÁN



Hoy me he levantado con más sueño del que me acosté ayer. Por no hablar de lo tarde que era, vamos, que ya eran casi las dos de la tarde (no se puede salir de fiesta y ser persona al día siguiente). El Caso es, que me puse a ver el programa de moda en tve1. No sé si se llama 'Solo Moda' o 'Flash Moda', al igual ambas opciones sean correctas. La cuestión es que me quedé embobado viendo a las modelos como se contonean andando por la pasarela Milán, todo un espectáculo visual de arte moderno.



Qué me gusta la moda no es un secreto. Soy un comprador compulsivo de ropa, sino, que le pregunten a mi tarjeta de crédito que tiembla todos los meses. 
Pero no quiero hablar de mí en este post, ni tampoco es que quiera hablar del programa en sí, más bien quiero centrarme en lo que verdaderamente capto esta mañana mi atención. No esperaba ver tanto arte en el cierre de dicho programa. Resulta que la moda estrambótica está en auge, digamos que esta más de moda que nunca. Y en la 'Fashion Week' de Milán, saben lo que es hacer una buena clausura centrándose en uno de los grandes; MOSCHINO.



Se trata de una marca italiana de moda con la que muchos de nosotros nos sentimos muy identificados por sus excéntricos diseños a veces infumables, pero de eso se trata la alta costura actual. Esta última colección de Moschino se sale de lo habitual, de la norma no escrita en el ámbito de la moda. Hubo un derroche brutal de creatividad. El estilo “Rocker—Glam” en estado puro.



Fiel a su estilo, nos propone para el próximo otoño, prendas que simulan la forma de esqueleto humano, con cadenas plateadas gruesas. Otra opción es la de llevar los vaqueros totalmente rotos, algo que nos gusta y utilizamos desde hace varios años. Y de nuevo vuelve el animal print fusionado con medias de rejilla o leggins de cuero negro. Mini shorts extremos vaqueros, cuero y más cuero. Faldas vaporosas así como elásticas con botas altas. Accesorios grandes y complementos maxi con súper cadenas en oro y plata.



Pero ahí no queda todo. Lo verdaderamente llamativo fue la puesta en escena, la visión de la marca. Quisieron hacernos viajar hasta los subterráneos más oscuros de los teatros Neoyorquinos. El attrezzo plasmaba una decoración fastuosa, de lujo, pero simulando un estado deteriorado por las brasas de un incendio ficticio.



Un pórtico dorado, lámparas de cristal de Bohemia rotas con marcadas de hollín. Candelabros oxidados, hasta un piano derruido. Y entre medio de tanto abolengo macabro, aparecen las obras más auténticas y acordes con la inspiración. Un precioso vestido de corte imperio y cuerpo sirena con visibles rotos y quemazones que dejan ver el cuerpo femenino de la modelo. Así como un divino vestido negro rebosante de glamour, cuya carcasa es en forma de lámpara pulpo, todo confeccionado minuciosamente con cristales swarovski. También una prenda de coctel de lo más pomposa, con cientos de capas de tul de yul de las que desprendía un humo denso.



Moschino ha recreado un mundo que me encanta. Es divino y excéntrico a la vez. Me da rabia que solo se centrase en la moda femenina. Ojala algún día esa visión tan extravagante y que nos recuerda a la movida madrileña, se pudiera ver en las calles de a pie.



Para mi esta moda es arte. Aunque no suelo dedicar muchos post a la moda, este pase, como fin de la Fashion Week de Milán, merecía ser mencionado aquí en mi blog. Sin duda alguna, una colección imperfecta y divina a la vez. Lo peor de todo, son sus precios. Prendas inalcanzables para nuestros bolsillos. Pero que sería del arte si estuviera al alcance de todos. 
Yo seguiré solando con algún día poder comprar estas prenda. Mientras tanto, a falta de ' Moschino' siempre nos quedara 'Zara'. Son precios más razonables y al alcance de todos nuestros bolsillos.

By DANY LOMAS LL.R.

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