Desgranando un concierto maravilloso y que de nuevo me he
vuelto al perder. Y del cual, cuento con muchas fuentes de información (gracias
amigos indiscretos).
Cuando aún no eran las 22h de
la noche, hora prevista del inicio del concierto, comenzó el show en el Estadio
Olímpico de Barcelona. Todo lo contrario que su diva antecesora Rihanna, que
empezó más tarde el show. Ante más de 46.000 personas, Beyoncé y su ejército
salían al escenario para reventar el estadio y hacer vibrar a sus fanáticos
militantes.
Beyoncé, vestida de negro
absoluto, comenzó el concierto con los temas 'Formation' y 'Sorry', para
atreverse después a cantar en castellano algunas estrofas de 'Irreplaceable',
dejando la que ha mandado un mensaje a quien quiera escucharle: "Nunca más
me vuelvas a engañar y a largarte". Interpretó capella 'Love on top',
rindió homenaje a Prince con una versión de su 'Purple rain', derrochó
sensualidad con 'Drunk in love' y con 'Naughty Girl', hizo retroceder en el
tiempo con el 'Survivor' de las Destiny Child y terminó su recital de más de 30
canciones con 'Halo'.
Ciertamente, es más apropiado
hablar de números musicales que de canciones. Y en esta gira 'The Formation
World Tour' Beyoncé pasa más rato bailando que cantando y siempre en muy buena
compañía. Pero con una gran ausencia, el público se volvió a casa sin bailar su
temazo "Single Ladies". Pero se le perdona.
Existe un público rico que
parece aún dispuesto a pagar lo que sea para sentirse cerca de su ídolo.
Además, me parece algo perfecto. Si quieres pagar más por estar cerca de
tu artista favorita, y tu economía te lo permite, ole tú. Se rumorea que se
llegaron a pagar cifras estratosféricas, ya que las entradas en sí, no es que
fueran regaladas precisamente. Yo mire para hacerme con una y las más
económicas eran cerca de los cien euros, y eso que se suponía costaba unos
sesenta y cuatro euros. Pero ya se sabe, es
Beyoncé y lo vale. El resultado es que se hace mucha caja, pero el
recinto no se llenó al completo. Pasó lo mismo que días atrás con Rihanna,
tampoco llegó a agotar las entradas en su actuación en España.
Lo importante es que el público estaba muy entregado.
Disfrutaron y mucho con la música, tanto con los bailes que como
profesionales realizaron ese magnífico cuerpo de baile. Asi como me dicen que
fue impresionante el castillo de fuegos artificiales y las grandes llamaradas
que aparecían de la nada desde detrás del escenario.
Aunque lo que si gusto a los miles de fans y mucho, fueron los cambios de looks de la diva, que no fueron pocos.
Aunque lo que si gusto a los miles de fans y mucho, fueron los cambios de looks de la diva, que no fueron pocos.
Las canciones sonaron sin
pausas en secuencias rápidas y frenéticas, la diva Beyoncé fue capaz de bailar,
posar, dedicarnos caídas de ojos y cantar perfectamente y como si no hubiera un
mañana. Y la voz. Porque Beyoncé no sólo bailaba, ya que se mostraba
insultantemente segura. Es algo normal porque ella es una mujer privilegiada,
destaca siempre su tono tan particular y ese chorro de voz que hizo temblar el
alma de todos los asistentes.
Como elemento central del show
y algo muy comentado por todas las redes sociales, es el enorme rectángulo que
dominaba el escenario, girando sobre su propio eje. Los cuatro lados de la
figura geométrica de unos cuarenta metros de altura, eran otras de las tantas
pantallas que hacían que todo el público asistente al evento, desde cualquier
rincón del palacio olímpico pudiese ver lo que sucedía con la diva en todo
momento.
Lo que es cierto y nadie puede obviar, es que Beyoncé, llego a Barcelona y se metió de nuevo a todo un público entregado, en el bolsillo. Salió a matar y pisando fuerte y como siempre, segura de sí misma. Con un mensaje muy claro, quería decirle al mundo entero que ella está aquí para ser la más grande.
Como ya he dicho, es un
concierto que por circunstancias personales no he podido asistir y que también
me queda pendiente para la próxima vez que vuelva a España. Aunque no será en
esta gira, puesto que éste fue su último concierto de sus 17 conciertos en su
gira europea.
Por otro lado también diré, que su último álbum "Limonade" no es uno de los que más me guste en su carrera discográfica, que es muy amplia y diversa en sonidos. Pero me parece éste último un tanto soso a la vez que repetitivo. Quiero una Beyoncé más disco.
Por otro lado también diré, que su último álbum "Limonade" no es uno de los que más me guste en su carrera discográfica, que es muy amplia y diversa en sonidos. Pero me parece éste último un tanto soso a la vez que repetitivo. Quiero una Beyoncé más disco.
En general las críticas que he
leído en todos los portales digitales, así como en la prensa escrita y en los
programas de televisión, han sido muy buenas y positivas. Aunque era de
esperar. Ella es tremenda y lo da todo en sus conciertos. Es una digna
merecedora del título "Reina del R&B". Larga vida a la reina.
Y vuelve pronto a España.
Y vuelve pronto a España.
By DANY
LOMAS LL.R.
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