EL DOLOR DE UNA PROSTITUTA

 

Hoy no tenía intención de escribir un post, ya que he estado muy ocupado todo el día, no he parado. Pero justo cuando he encendido el coche para volver a casa después de cenar con unos amigos, como por arte de magia, una voz en off me inspiró  a escribir.

No es que me esté volviendo loco y escuche voces en mi cabeza, ¡¡NO!!, en realidad era la radio. Y eso que nunca suelo escuchar radio, aunque debería hacerlo, pero no me atrae ningún programa en particular.

 

Pero a lo que iba. No sé exactamente en realidad que programa escuchaba, ni el canal que estaba sintonizado, pero la conversación que escuche me dejó perplejo, no daba crédito a lo que mis oídos estaban escuchando, tanto llamó mi atención, que di dos vueltas más con el coche antes se aparcar, para poder saber el final de lo que estaban relatando.  

Lo que empezó siendo una llamada graciosa de una seguidora para contar alguna anécdota,  acabó escandalizando a los dos locutores.

 

 

 

Al parecer, si no entendí  mal, el programa tiene llamadas de radioyentes subidas de tono, cuentan sus experiencias o anécdotas. Por lo visto, una mujer de la noche, de las que venden su cuerpo a cambio de alguna remuneración económica, lo que viene siendo una "Prostituta", estaba preparada para entrar en directo y contar algún pelotazo, alguna vivencia graciosa, o eso esperaban sus locutores cuando la presentaron entre risas y en tono de humor.

Pero todo se les truncó en cuanto empezó a hablar. La mujer, que dio su nombre completo, con un tono triste, incluso rozando las lágrimas,  soltó un bombazo, dijo que trabajaba haciendo disfrutar a los hombres, pero que lo peor de su profesión es que sus clientes, por un precio más elevado de lo normal, le piden que tenga relaciones sexuales sin precaución, es decir, sin condón.

Los presentadores al oírla tan compungida,  no entendían el porqué de su tristeza al contarlo, hasta que la locutora cayó en la cuenta y le pregunto si lo que le pasaba es que le habían contagiado algún virus de transmisión sexual.  A lo que la entrevistada contestó que sí, a raíz de esas relaciones sin precaución, avía contagiado el papiloma humano.

 

Podéis imaginar,  la tensión que se masticaba en el ambiente. Supongo que los locutores estaban flipando con semejante revelación. 

El fondo de la llamada, era informar a los oyentes de que estas cosas pasan y a diario. El locutor, le llego a decir que eso no era para contarlo en la radio, que si era tan doloroso lo idóneo era denunciarlo.  

Pero nadie cayó en la cuenta de algo más gordo, la mujer estaba a punto de soltar una bomba mayor. "Yo me contagie del papiloma humano, pero como sigo trabajando la noche, lo estoy trasmitiendo a los demás"

 

 

 

En ese momento, los locutores se escandalizaron y cortaron la conexión, y podéis imaginar el debate que se generó después sobre tan tremendo bombazo. 

Me quedé muerto, como los locutores al escuchar tal aberración. Qué tremenda barbaridad. Pero la verdad es que me encuentro en conflicto con mis propias reflexiones. Por un lado pienso que ya es bastante jodido el hecho de ejercer la prostitución, como para que encima te pidan hacer cosas que van en contra de sus principios. Pero en la contra diré que por dinero no todo vale y la última palabra la tiene la prostituta, ella es quien marca los límites.  Y si encima estas contagiada, debería parar o ponerle un remedio rápido, pero en cualquier caso mi opinión es que para nada tendría que ejercer su función sin precaución. Eso hace daño a su persona y pone en riesgo la de los demás. ¿Y TÚ QUÉ PIENSAS?

 

 

 

 

 

Esta fue mi reflexión. Para una vez que pongo la radio por casualidad, ocurre algo que verdaderamente no esperaba y me espanta. Ojalá esa mujer tome medidas y empiece a tomar precauciones, que se dé cuenta de que el dinero no lo es todo, antes esta su salud y por supuesto su integridad que van unidas con su dignidad. Ese es mi diminuto consejo.

 

By DANY LOMAS LL.R.