Perplejo me quedé anoche cuando vi la gala semanal de
''Gran Hermano'', un programa que tantas audiencias ha dado y por el que
millones de españoles, matarían por entrar. Un salto a la fama efímero. Pero
que este año, más les valdría cambiar el nombre por el de ''Gran Fracaso''.
''Sanción histórica a los concursantes de 'Gran Hermano 17',
por contradictoria. La tensión de los últimos días ha obligado a la organización a tomar medidas
para frenar la escalada de broncas y mal rollo dentro de la casa''
''Menuda semana nos espera'', una frase muy repetida en la
gala de anoche en 'Gran Hermano'. Mirad si son cutres este año los
participantes, que hasta el mismo Jorge Javier ha declarado que ninguno merece
el tan famoso y codiciado maletín.
"Queremos que vuelvan al origen, a ese espíritu con el
que entraron en la casa, y por eso no habrá privilegios. De este modo se
suspende el club durante una semana".
Por primera vez en la historia del programa y ya van 17
ediciones, están todos nominados por falta disciplinaria. Qué vergüenza ajena
dan casi todos los concursantes.
No sé cómo no se los trago la tierra cuando les estaban explicando las consecuencias de esa nominación masiva. Se lo tienen merecido, por mala conducta y pésima connivencia.
No sé cómo no se los trago la tierra cuando les estaban explicando las consecuencias de esa nominación masiva. Se lo tienen merecido, por mala conducta y pésima connivencia.
Los concursantes generan mucha polémica, se matan entre
ellos. Gritan, chillan y se faltan al respeto constantemente. Un día se
insultan, otro se tiran objetos o se dedican a gastar bromas pesadas, como
llenar una cama de aceite de oliva, con lo cara que va. En resumen, una
convivencia inexistente.
''Gran Hermano 17' se está caracterizando por ser una de las
ediciones con más parejas o sentimientos entre concursantes, pero sobre todo por
la tensión que se vive en la convivencia. Con la casa dividida en dos grupos,
uno mayoritario y otro minoritario, desde el día uno, las broncas han sido
constantes llegando a un nivel de tensión extremo en los últimos días, un hecho
que ha llevado a la organización a tomar medidas extraordinarias: nominación
directa para todos''
Yo no es que sea fan absoluto del programa, pero diré que si
me gusta el formato, o me gustaba y me explico. Ya me quedé muy en shock el año
pasado de ver como una detestable concursante, fue salvándose de una nominación
y de otra, otra y otra...y finalmente quedar ganadora de la edición y no
precisamente por una actitud positiva. Más bien por todo lo contrario. Se hizo
abanderada del chonismo y la actitud más nefasta. Si es verdad que la audiencia
manda, yo no me siento identificado como audiencia.
Este año pensaba que la cosa cambiaba, que serían
concursantes que valdrían la pena. Pero de nuevo me equivoqué. Aburre ver como
se matan constantemente. Entiendo que la convivencia es dura, son
personalidades muy distintas y los roces surgen, pero de ahí a que la vida en
directo sea una batalla campal constante, no mola. Todo no vale por la
audiencia.
La organización del 'reality' de Telecinco debería haber sido
más dura, pues los concursantes no tardarán en seguir discutiendo. Sí que están
nominados, vale, pero lo ideal hubiese sido quitarles alimentos, reducirles más
las zonas en las que habitar y eliminarle todo tipo de privilegios como ropa,
cremas y demás, dejándoles solo lo esencial e imprescindible. Entonces sí sería
mucho más efectivo como castigo, porque realmente les afectaría directamente y
les dolería de verdad y no lo que han hecho de productos ilimitados, como si
tuvieran un supermercado en la casa. Sanción histórica, sí, pero les castigan
con un premio. ¿Eso es lógico? Es como si a un ladrón de banco, le regalásemos
una tarjeta Black ilimitada para que no robe más. Es absurdo.
Qué pena. Es por este puñado de personajillos que el programa
está perdiendo seguidores, semana tras semana, la audiencia se queda por el
camino. Pero ya lo he dicho antes, el problema no es el programa en sí, ni el
narcisista del presentador (que lo hace tan mal como puede), ni siquiera de los
propios concursantes (que son de un absurdo total). El problema lo tenemos la
audiencia que miramos morbosamente el programa. Aunque está claro que el
formato gusta a muchos seguidores ya que premiamos a los más verduleros,
patéticos y polémicos como Adara y Bárbara que hacen del griterío su propio
reality. Vaya un casting, la próxima edición que me llamen a mí para
seleccionar a los concursantes. Los culpables, la mierda de audiencia votante.
Pero ellas no son las únicas, en esa casa no se salva ni uno. Qué horror de
concursantes.
En fin, un fiasco de edición. Creo que Mercedes Milá tomo
una muy buena decisión al abandonar definitivamente el programa. A ver si
después de ésta nominación disciplinaria cambia la actitud de los concursantes,
que ya lo dudo. Aunque lo ideal seria un rápido final de programa y un tiempo de
reflexión.
By DANY LOMAS LL.R.
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