viernes, 4 de noviembre de 2016

EL GRAN FRACASO DE GRAN HERMANO



Perplejo me quedé anoche cuando vi la gala semanal de ''Gran Hermano'', un programa que tantas audiencias ha dado y por el que millones de españoles, matarían por entrar. Un salto a la fama efímero. Pero que este año, más les valdría cambiar el nombre por el de ''Gran Fracaso''.


''Sanción histórica a los concursantes de 'Gran Hermano 17', por contradictoria. La tensión de los últimos días ha obligado a la organización a tomar medidas para frenar la escalada de broncas y mal rollo dentro de la casa''



''Menuda semana nos espera'', una frase muy repetida en la gala de anoche en 'Gran Hermano'. Mirad si son cutres este año los participantes, que hasta el mismo Jorge Javier ha declarado que ninguno merece el tan famoso y codiciado maletín.
"Queremos que vuelvan al origen, a ese espíritu con el que entraron en la casa, y por eso no habrá privilegios. De este modo se suspende el club durante una semana".



Por primera vez en la historia del programa y ya van 17 ediciones, están todos nominados por falta disciplinaria. Qué vergüenza ajena dan casi todos los concursantes. 
No sé cómo no se los trago la tierra cuando les estaban explicando las consecuencias de esa nominación masiva. Se lo tienen merecido, por mala conducta y pésima connivencia.
Los concursantes generan mucha polémica, se matan entre ellos. Gritan, chillan y se faltan al respeto constantemente. Un día se insultan, otro se tiran objetos o se dedican a gastar bromas pesadas, como llenar una cama de aceite de oliva, con lo cara que va. En resumen, una convivencia inexistente.



''Gran Hermano 17' se está caracterizando por ser una de las ediciones con más parejas o sentimientos entre concursantes, pero sobre todo por la tensión que se vive en la convivencia. Con la casa dividida en dos grupos, uno mayoritario y otro minoritario, desde el día uno, las broncas han sido constantes llegando a un nivel de tensión extremo en los últimos días, un hecho que ha llevado a la organización a tomar medidas extraordinarias: nominación directa para todos''



Yo no es que sea fan absoluto del programa, pero diré que si me gusta el formato, o me gustaba y me explico. Ya me quedé muy en shock el año pasado de ver como una detestable concursante, fue salvándose de una nominación y de otra, otra y otra...y finalmente quedar ganadora de la edición y no precisamente por una actitud positiva. Más bien por todo lo contrario. Se hizo abanderada del chonismo y la actitud más nefasta. Si es verdad que la audiencia manda, yo no me siento identificado como audiencia.

Este año pensaba que la cosa cambiaba, que serían concursantes que valdrían la pena. Pero de nuevo me equivoqué. Aburre ver como se matan constantemente. Entiendo que la convivencia es dura, son personalidades muy distintas y los roces surgen, pero de ahí a que la vida en directo sea una batalla campal constante, no mola. Todo no vale por la audiencia.
La organización del 'reality' de Telecinco debería haber sido más dura, pues los concursantes no tardarán en seguir discutiendo. Sí que están nominados, vale, pero lo ideal hubiese sido quitarles alimentos, reducirles más las zonas en las que habitar y eliminarle todo tipo de privilegios como ropa, cremas y demás, dejándoles solo lo esencial e imprescindible. Entonces sí sería mucho más efectivo como castigo, porque realmente les afectaría directamente y les dolería de verdad y no lo que han hecho de productos ilimitados, como si tuvieran un supermercado en la casa. Sanción histórica, sí, pero les castigan con un premio. ¿Eso es lógico? Es como si a un ladrón de banco, le regalásemos una tarjeta Black ilimitada para que no robe más. Es absurdo.



Qué pena. Es por este puñado de personajillos que el programa está perdiendo seguidores, semana tras semana, la audiencia se queda por el camino. Pero ya lo he dicho antes, el problema no es el programa en sí, ni el narcisista del presentador (que lo hace tan mal como puede), ni siquiera de los propios concursantes (que son de un absurdo total). El problema lo tenemos la audiencia que miramos morbosamente el programa. Aunque está claro que el formato gusta a muchos seguidores ya que premiamos a los más verduleros, patéticos y polémicos como Adara y Bárbara que hacen del griterío su propio reality. Vaya un casting, la próxima edición que me llamen a mí para seleccionar a los concursantes. Los culpables, la mierda de audiencia votante. Pero ellas no son las únicas, en esa casa no se salva ni uno. Qué horror de concursantes.



En fin, un fiasco de edición. Creo que Mercedes Milá tomo una muy buena decisión al abandonar definitivamente el programa. A ver si después de ésta nominación disciplinaria cambia la actitud de los concursantes, que ya lo dudo. Aunque lo ideal seria un rápido final de programa y un tiempo de reflexión.

By DANY LOMAS LL.R.

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