Hace un par de días, leí una noticia, no
impactante, pero sí muy curiosa, tanto que me inspiró a escribir éste blog de
hoy. Se trata de la conversión de un sacerdote serio en lo suyo, a maquillador
profesional.
Hablo de Antonio Costa, está claro que su evolución ha
sido sorprendente. El cubano ha pasado de ser prácticamente desconocido en su
barrio, a ser mundialmente conocido, especialmente en su país.
Costa, sintió la "llamada de Dios" con tan
solo 18 años, en ese momento entró en el Seminario para estudiar y
convertirse en sacerdote. Tras siete años de estudios, un día viajó a Puerto
Rico y allí decidió pedir asilo a un colega sacerdotal para poder reflexionar
sobre su momento de crisis existencial. Fue desde ese momento que sus
objetivos cambiaron y decidió intentar hacer su sueño realidad, y un cambio de
vida total. Colgar sus hábitos y cesar en su vida sacerdotal, para dedicarse a
tiempo completo a ser maquillador. Lo consiguió, y además por todo lo alto, ya
que en la actualidad es maquillador de la firma de Giorgio Armani.
"Mi primera inspiración fue mi madre. Mis padres
siempre me apoyaron y respetaron mi opción. Tal vez no estaban muy felices,
porque el padre hispano siempre quiere para su hijo lo mejor, pensando que eso
es ser un médico. Pero dentro de mí, cada una de las inquietudes de lo que
quería ser, tenían que ver con la conexión de ayudar a las personas y eso lo
encontré a través del maquillaje"
Indagando un poco por internet, he leído algunas entrevistas
en las que habla sobre su infancia y sus inicios y tiene recuerdos muy
concretos. Cuando era un niño, en el colegio, maquillaba a sus amigas a
escondidas, por el qué dirán y sobre todo, temía que sus padres lo descubriesen
por futuras represarías, ya que estaba mal visto. Pero con el paso del tiempo ha logrado
conseguir sus objetivos infantiles. Y no es fácil plantarse y avanzar.
Ahora su mundo son los pintalabios y el rímel de ojos,
pero para llegar hasta esto, ha sufrido mucho, dejando atrás un mundo muy
diferente: el de la religión y lo votos que eso conlleva.
"Cuando cumplí los 32 años decidí dedicarme por
completo al maquillaje. Conocí la línea Armani, entré un día a trabajar y
fue amor a primera vista, sin pensar que ocho meses después de estar trabajando
detrás del 'counter' tendría la oportunidad de ser considerado para ser el
Premier Face Designer y representar la línea en Estados Unidos"
Cuando leo noticias así, pienso qué la vida es para
vivirla a tope, sin pensar en un mañana. Además, lo ideal es luchar para lograr
lo que uno espera de sí mismo.
En muchas ocasiones, la vida te obliga a seguir una rutina, te arrastra hasta sitios que no deseamos. Nos sentimos con la necesidad de agradar a todos y fingir una farsa, creyendo que lo que estás haciendo es lo mejor. Pero no es así, no es lo mejor para uno mismo, sino para los demás.
Hay que pensar que nadie va a vivir tu vida, y solo tenemos una. No hay mal que dure cien años. Solo hace falta tener valor para lograr ese cambio y con paciencia y constancia, todo se logra, todo se consigue. Como Antonio Costa, "QUERER ES PODER".
En muchas ocasiones, la vida te obliga a seguir una rutina, te arrastra hasta sitios que no deseamos. Nos sentimos con la necesidad de agradar a todos y fingir una farsa, creyendo que lo que estás haciendo es lo mejor. Pero no es así, no es lo mejor para uno mismo, sino para los demás.
Hay que pensar que nadie va a vivir tu vida, y solo tenemos una. No hay mal que dure cien años. Solo hace falta tener valor para lograr ese cambio y con paciencia y constancia, todo se logra, todo se consigue. Como Antonio Costa, "QUERER ES PODER".
By DANY
LOMAS LL.R.
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