DOS AÑOS DE CAMBIOS

Hoy voy a dedicar un post, a alguien que conozco muy bien, lo dedico a mí mismo. Quien mejor que yo para hablar de mí. Sólo espero no aburrir a nadie, si no te gusta lo que lees, pues cierra y piensa que mañana escribiré seguro algo  que te llame la atención. Pero si te atrae algo lo que estás leyendo y teniendo en cuenta que ya lo tienes abierto, pues continua. Hoy me apetecía dedicarlo plenamente a mí y mi cambio de vida. Abrirme un poco más, compartiendo pensamientos con vosotros.

 

Hay veces que en la vida tienes que escoger,  hay que posicionarse y decidir. Por muy duro que parezca, siempre viene algo mejor.  En mi caso, tome una decisión que fue dura. Sabéis la expresión de “el amor mueve montañas”, pues eso precisamente es lo que me paso. Yo siempre me forjé una vida plena, muy receloso de vivir la vida a tope, disfrutando de todo en cada momento.

 

hace dos años que tomé esa decisión, que cambió radicalmente mi vida. Yo estaba pasando una etapa muy díscola. No paraba en casa, siempre de fiesta en fiesta. Ya independiente en mi pisito o más bien picadero… (Sonrisas picaras) en mi ciudad natal que es Vinarós. Con un trabajo estable de comercial de ventas y otro de fin de semana en un club nocturno de copas. Cada día que pasaba, para mí era una vivencia nueva, nunca desperdicie ni un minuto.  Pero de repente y después de más de diez años buscando el amor, apareció de la mejor forma. Cuando menos lo esperas, surge, ahí estaba él comentando mis fotos en Instagram.  Por fin mi media naranja. En un principio vives el momento, no piensas y actúas según tus sentimientos, y no te das cuenta de que alago falla, y en mi caso fue la distancia.

Pero un día como hoy, 20 de Enero , pero de 2014, y después de 6 meses de relación, tome la decisión de cambiar de aires, empezar una nueva etapa, pero de la mano de mi novio en aquel entonces.  Decirlo es rápido, tomar la determinación de mudarme fue sin duda mi mayor decisión, mucho más que la de independizarme.  A fin de cuentas, cuando me independicé, me estaba mudando a dos calles más atrás de la casa familiar, tenía toda la familia cerca y todos mis amigos continuamente conmigo en Vinarós.

 

Pero Nonaspe, que es donde me mude y donde en la actualidad estoy viviendo me encantó. Por unos largos días, ni pensamiento de lo que dejaba atrás, el cambio no lo note, empecé a cambiar cosas en mi nueva casa y organizar las cajas de la mudanza. Lo que me gusta a mí, mangonearlo todo aunque sabíamos que no era el lugar definitivo, me fue muy bien por qué ocupaba todo mi tiempo muerto, además, después de tener tanta actividad, un poco de relax me pareció genial.  Pero con el paso de los días, caí en la cuenta de lo mucho que añoraba a mis amigos y a mi familia, pero sobre todo lo que más añore, fue el modo de vida que dejaba atrás. Pero todo se supera con paciencia y tiempo, y de eso me sobraba.

Poco a poco Nonaspe me fue cautivando, la gente aquí es sociable, agradable, es como una gran familia.  Cuando puse un pie aquí en el pueblo, todos me decían, “Nonaspe, no es un pueblo  bonito, el encanto de Nonaspe, son las personas que vivimos aquí” y con el tiempo me he percatado de que es una realidad,  que la gente es una pasada y siempre están dispuestos a todo. Además, como digo siempre, el que no es primo, es sobrino y el que no, es tío.  Vamos, que todos se conocen, pero esto es normal, ya que es un pueblo menudo de 1100 habitantes aproximadamente. Ah!! Y no es cierto que el pueblo no tenga encanto, yo pienso que tiene puntos  muy bonitos, que se podrían potenciar mucho más, pero estoy muy contento aquí, me siento querido.

 

Es muy cierto, que añoré muchas cosas,  pero estos dos años que han pasado, como ya he dicho antes, justamente hoy, han estado repletos de acción. Un cambio a otra nueva casa, los nervios que conllevan las obras, el traslado y la nueva decoración. Un carnet de conducir, que parecía ser inalcanzable, a la vez interminable y que por fin me lo saqué. Y lo más importante, la organización del día más feliz de mi vida, Mi boda, que estuve más de un año organizándola  y que salió a la perfección. Con todos esos actos, como para pensar en aburrirse.  Pero aquí, soy feliz,  se vive bien, y muy relajado. No me arrepiento para nada de este cambio, me he dado cuenta de que era un cambio necesario y que llego en el momento más oportuno.  Además cuento con lo más importante, “el AMOR”. Como bien dicen en Moulin Rouge, una película que me encanta, “Lo más grande que te puede suceder, es que ames y seas correspondido”, a mí me pasó y como leéis me lo cambio todo. Volvería a pasar todo esto de nuevo, tantas veces como fuera necesario.

 

Mi reflexión a todo esto es que los cambios no siempre son malos, las decisiones que tomamos son las que nos acompañan. Puedes meter la pata, Sí, pero hay que mirar siempre hacia adelante, nunca hacia atrás.