LA PARTE NEGATIVA DE ÉSTE ORGULLO GAY

Así como ayer, quise hacer mención de lo bien que salió multitudinaria manifestación del orgullo en Madrid en su "Gay Pride 2016". Hoy, a toro pasado,  quiero hacer especial hincapié en los sucesos bochornosos y delitos homofóbicos que vuelven a oscurecer la bandera del arcoíris. 

Como se sabe, en España son muchos los lugares en los que se celebran festividades o festejos relacionados con el orgullo gay. Además han dado un buen resultado en lo que a manifestantes se refiere.  
Pero por desgracia, todavía hay personas inútiles que no tienen ni medio ápice de educación, seguramente porque lo vivieron así en sus propias casas, o por su homosexualidad frustrada. En diversos puntos de España,  hay personas que solamente por defender sus derechos, o disfrutar de  una tarde divertida, ven sus ilusiones truncadas por personas intolerantes y dañinas que sin ningún objetivo coherente, ofenden y agreden a personas inocentes y decentes.

Una de las ciudades afectadas, fue Sevilla. Un joven que no quiere revelar su identidad, por temor, reconoce una agresión verbal,  en un momento de descuido, estando de fiesta con sus amigos. No fue nada grabe, pero su sensación de miedo y humillación,  es innecesaria. ¿Quién es nadie para jugar con el dolor de las personas?

En Madrid, salió a la luz una agresión homofóbica justo después del pregón del Orgullo gay, en el barrio de San Blas. Los agredidos fueron tres jóvenes homosexuales de diferentes edades, tras asistir al improvisado pregón en su nueva ubicación en la plaza Pedro Zerolo.
Los agresores, soltaron perlas en dirección a los inocentes, gritándoles "comepollas" y "maricones de mierda", les tiraron manzanas y piedras, y a uno le destrozaron la boca.

Otro punto fuerte fue Valencia, que cuenta con varias agresiones, sufrieron atentados contra su integridad e innumerables daños físicos y sobretodo morales.

Voy a dar un claro ejemplo, ya que tengo un amigo cercano, que sufrió agresiones físicas la misma noche de la manifestación valenciana y se ha prestado a relatarme su malograda vivencia.

El desafortunado acto, se realizó justo a la salida de la discoteca. Mi amigo "Rubén Fuertes Monreal", después de disfrutar de una divertida noche en una conocida discoteca, salió  en la  búsqueda de un taxi para dirigirse de nuevo a su casa. Pero nada parecía presagiar lo que en pocos minutos el destino le tenía preparado. 

Al parecer unos tipos, se acercaron directos hacia mi amigo. Uno de ellos, de malas formas le pidió un cigarrillo, a lo que él, se negó. La reacción de los nefastos individuos, no fue otra que agredirle verbalmente y empezaron a perseguirle bajo un aluvión de insultos.

"Me pidió un cigarrillo y como no quise dárselo,  empezaron a seguirme insultándome, llamándome Maricón"

Una vez lograron alcanzarle, las agresiones fueron muy duras; le agarraron del cuello, con desagradables intenciones. Por suerte,  mi amigo, supo defenderse; rápidamente, dio un empujón y ambos cayeron al suelo, pero las vejaciones e insultos no cesaron, así como tampoco los golpes. 

"Cuando me agarro del cuello, me defendí empujándole y caímos al suelo y el otro por detrás,  me empezó a pegar patadas"

Ciertamente, su reacción,  fue defenderse ante todo, sin saber si eso sería positivo o negativo, aunque me informa que "volvería a reaccionar igual". Pero gracias a esa reacción, logró escabullirse, sin apenas darse cuenta de su propio estado. 
Pero rápidamente se percató de que estaba magullado, por las fueres patadas que recibió, ensangrentado y con heridas por todo el cuerpo. Heridas que a día de hoy, aun le están curando los servicios médicos. 

"Todavía tengo una herida en el codo, que aún hoy me están curando diariamente,  porque tengo un agujero hacia dentro. Además tengo rasguños en el cuello, codo y rodillas. Golpes en el estómago, espalda,  costado y cara"

Mi amigo me lo cuenta con resignación, y con la tranquilidad de saber que todo quedó en eso, que no es poco. Pero hay que destacar que es un acto vandálico de lo más ruin, un despropósito que nadie debería sufrir y para el que no estamos preparados. 
Él, como agredido, en lugar de tener miedo sobre esto, me reconoce que no es agradable, pero que esto no le hace temer, más bien lo contrario, me comenta que ahora tiene más ganas que nunca de reivindicar sus derechos y por supuesto, no faltará a las próximos y futuros orgullos venideros.

Estos  son los casos que tengo en conocimiento y es por eso que los comento, pero seguramente hayan muchos más y no los sepamos por que los agredidos no tengan el valor de denunciarlo, bien sea por miedo o por orgullo, pero lo cierto es que estas cosas deberían de contarse, para hacer ver cómo están las cosas.

Es vergonzosos y triste que en los tiempos en los que vivimos, sigan pasando estas atrocidades y todavía más doloroso, que ocurran en días tan reivindicativos. ¿Cómo podemos evitar esto?
Aún recuerdo a nuestros políticos cuando en el programa especial antes de las ultimas elecciones,  les preguntaron por los atentados terroristas de Orlando, y rápidamente camuflaron la pregunta, llevándola a su terreno. ¿Qué esperamos entonces?

A mí me da rabia e impotencia, es muy triste ver como en este siglo, todavía quedan personas malignas, siniestras, tristes, de bajo nivel cultural, por no decir nulo, que tengan estos arranques homofóbicos. 
Solo nos queda confiar en que poco a poco estos actos se erradiquen, como las plagas,  en lugar de expandirse como si fueran un virus maligno.

By DANY LOMAS LL.R.