Hay veces que siento como algo dentro de mi ser, me
impulsa a hacer cosas que ni yo mismo entiendo el por qué y que casi siempre
desconozco su significado, pero finalmente acabo entendiendo y sorprendiéndome a mí mismo.
Hoy después de comer y como cada sábado que estoy de
relax en casa, de esos fines de semana que le doy tregua a mi marido y nos
quedamos sin viajar, sin salir de fiesta, en resumen, sin hacer nada en el
pueblo, recogí los trastos y mientras él se toma un respiro a modo de siesta
interminable, yo busco entre los cientos de películas que tengo para poder
pasar la tarde.
Quien me conoce y ha visitado mi casa, sabe que verdaderamente tengo cientos y cientos de películas, ya que nos encanta el cine, aunque yo me decanto más por la lectura, pero hoy me apeteció mucho más ver algún peliculón que me distrajese toda la tarde.
Todavía tengo la piel de
gallina, por la sensación tan extraña que tuve hoy y que rápidamente os voy a
relatar.
Me puse a buscar en mis eternas estanterías, entre todos mis dvds y no sabía cual me apetecía más. Estaba considerando ver el musical "Mamma Mia", pero hacia poco que la había visto por lo que busqué otras opciones. "Todo sobre mi madre" de mi director manchego favorito, hubiera sido otra opción, pero no.
De manchego a manchega, y pienso en "Carmen la de Ronda" de Saritísima, pero tampoco, o también algo más divertido como "Love actually", pero decline de nuevo ya que es más para navidades, y además verla sin mi amiga, no es lo mismo.
Así que finalmente me decanté por ver "El diablo se viste de Prada", ese peliculón que fui a ver hasta cuatro veces en su estreno en los cines y que además habré visto unas cien veces y creo no exagerar.
Justo cuando busco el mando
del reproductor de dvd, se me ocurre mirar encima del mismo reproductor y ahí tenía
varias películas, que compré y nunca llegue a abrir, bien sea por despiste o
por la razón que fuera, el caso es que ahí estaba la película que extrañamente
vería hoy "Amy; La chica detrás del nombre".
Amy; La chica detrás del
nombre, es una película a modo de documental, sobre la desafortunada vida de la
desaparecida cantante británica Amy Winehouse. En ella podemos ver sus inicios
grabados por sus propios amigos y también con imágenes de archivo y
entrevistas nunca antes vistas. Se ve claramente como poco a poco fue tomando
forma su carrera musical, desde sus inicios más inocentes. Aunque en su avance,
no fue tomando un color bonito y dulce, No, más bien fue de colores oscuros con
un olor bastante fétido en su final.
Ella logró ser la ganadora de
6 Premios Grammys, por lo que se puede decir que rozó la gloria, le duró muy
poco. Desde muy joven se vio afectada por el divorcio de sus padres y eso
la perturbo creando le así un trauma infantil aunque eso le hacía tener una
personalidad muy especial. Tenía un talento natural para el jazz y el soul y
una voz prodigiosa que pronto la hizo una estrella mundial. Y eso que en su
carrera sólo pudo a lanzar dos discos, pero la fama, le pudo, aunque no sólo la
fama tuvo la culpa de su desdicha. Su familia, su manager y los paparazzi,
ayudaron a que su inocente mirada se oscurecer. Pero si alguien debería
llevarse el mérito de su declive, tendrían que darle el Oscar a su pareja
Blake y sobre todo a las drogas y el alcohol, que hicieron que su vida
tuviera un triste final.
La malograda estrella, fue
encontrada muerta en su piso de Candem, Londres a los 27 años de edad,
por una parada cardíaca a consecuencia de sus excesos con las drogas y el
alcohol, unidos a su guerra eterna con su bulimia.
Aunque uno de los datos que
más me ha impactado y por el que he escrito antes que me había sentido una
sensación extraña y además tenía y tengo aun la piel de gallina, es por la
fecha de su fallecimiento. El año fue en 2011, pero lo que más me sorprende es
que fue tal día como hoy, un sábado 23 de julio.
Casualidad o no, es algo que me
pasa con mucha frecuencia. Por alguna extraña razón, hay veces que me apetece
leer un libro o veo una noticia en la tele o simplemente escucho una canción y
me transmite algo. No es la primera vez que me pasa a la hora de relatar o
escribir un blog. Lo que si tengo muy claro es que sin saberlo algo me incitó a
ver esta película y aun saliendo las letras del final del documental me senté
frente al ordenador para poder dedicar este post a la memoria de Amy Winehouse.
by DANY LOMAS LL.R.
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