Casi por casualidad me entere de que en Zaragoza estrenaban
una obra de teatro que ya simplemente por su nombre llamo mi atención. Así que fui
a verla y el resultado lo tienes en mi blog. Hago una crítica sobre la obra de
teatro “Cabaret Shanghai”. Ya sabéis, leed y a ver si os gusta mi punto de
vista. Si es así, darle a me gusta, dejad algún comentario y compartid. Un besito
a todos mis indiscretos favoritos.
Hace unos días tuve una tarde aburrida. Me encontraba en
la ciudad, solo y con ganas de hacer algo. Pero no sabía el qué. Así
que se me ocurrió mirar una aplicación para saber que hacer una tarde
cualquiera en la ciudad. Entre un montón de eventos y actos para escoger,
finalmente me decanté por ir al teatro. Una pequeña obra en un minúsculo teatro
fue lo que decidí hacer. Pero no todo fue sencillo.
Me pase un par de horas peleándome con mi Smartphone y con el
ordenador para comprar la entrada online. La venta de entradas de Ibercaja, ese
día, parecía estar dormido. Y yo desesperando, sobre todo teniendo en cuenta
que la función se estaba llenando por minutos. Así que me lancé a la calle y me plante en el teatro. Que por cierto no lo
encontraba, pero cuando lo vi me pareció de lo más kuki.
Una vez me puse en taquilla tenia a dos señoras delante de mí haciendo cola, de repente, la vendedora le dijo a la primera señora; "sólo nos queda una" y mi cara fue de póker. La segunda señora, rápidamente le increpó a la vendedora y le dijo que necesitaba tres entradas, no le importaba que fueran cada una en una butaca distinta. Pero la vendedora dijo: "lo siento mucho señora, solo me queda una". Yo, como acto reflejo levante la mano como si estuviera en el colegio y dije en voz alta: "pues me la quedo yo, que voy solo". La vendedora sonrió y con gesto noble me dio la entrada a mí. Es decir, ya tenía la entrada para esa obra de teatro.
La obra en cuestión que escogí fue "Cabaret Shanghai". Un musical
al más puro estilo burlesque. Que narra diversas historias en época de guerra,
a modo de musical.
El cabaret o burlesque, tal y como lo conocemos, nació en la gran Alemania de entreguerras. Mezclando música, sensualidad y entretenimiento. "Factory Producciones" es la empresa en cuestión que patrocina este espectáculo y presenta su Cabaret Shanghai protagonizado por la música, la danza, el erotismo, acrobacias, contorsionismo, entretenimiento, muy picante y buenas dosis de críticas políticas.
La obra me gustó, no es que tire cohetes, pero esta guay.
Además habla sobre los momentos duros que pasaban los artistas en tiempos de
guerra. Refleja claramente cómo eran esos momentos, pero con muchas notas de
humor. Además su maestro de ceremonias es un auténtico showman. Hay una escena
o sketch en el que sale cantando una saeta con la música revolucionada y con
ropa de riguroso luto, esa escena hizo que todos los que estábamos en la sala
nos riésemos mucho.
"Hace referencias a la revista española, críticas a la
situación actual y guiños folclóricos. Una llamada al entretenimiento y la
provocación."
Muchos profesionales del teatro, la danza, el cabaret y
muchas otras disciplinas, están juntos y revueltos en un espectáculo colorista,
divertido y de ritmo vertiginoso. Un despliego técnico y artístico de primer
orden. Es cabaret oriental, alemán, ¿español? No. Es Cabaret Shanghai. Inclasificable,
divertido, provocativo, sensual y exquisito.
Si te encuentras en Zaragoza y estas aburrido/a y no sabes
que hacer (con la de fiesta que hay en los Pilares), yo, te la
recomiendo. Quedan aún algunos pases. Si no me equivoco estará hasta el día 16
de éste mismo mes, en el 'Teatro del Mercado' en la plaza Santo Domingo.
Eso sí, si eres alto como yo que rozó el metro noventa y cinco, prepárate a pasarlo mal. Yo llego a un punto que no sabía cómo poner las piernas. Las butacas están muy juntas y una persona de más de metro ochenta no está cómoda. A ver si arreglan esas butacas. Por lo demás, todo muy auténtico. Ve y saca tu entrada, seguramente no te arrepentirás.
Eso sí, si eres alto como yo que rozó el metro noventa y cinco, prepárate a pasarlo mal. Yo llego a un punto que no sabía cómo poner las piernas. Las butacas están muy juntas y una persona de más de metro ochenta no está cómoda. A ver si arreglan esas butacas. Por lo demás, todo muy auténtico. Ve y saca tu entrada, seguramente no te arrepentirás.
By DANY LOMAS LL.R.
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