“Una trágica historia de amor que ha conmovido al mundo”, es la historia de amor y superación entre los jovencísimos ‘Katie’ y ‘Dalton Prager’, Ambos gravemente enfermos de fibrosis quística, con un desafortunado y amargo final. La verdad es que es bastante conmovedora su historia en sí. Merece la pena ser mencionada y es por eso que he decido plasmarla en mi blog. Espero os guste mi reflexión así como mi visión de esta trágica historia.
Antes que nada, quisiera dedicarme unas líneas para poder
agradeceros a todos vosotros mis indiscretos favoritos, que estéis siempre ahí.
Estoy muy contento con el resultado de las visitas de los últimos post. Me encanta
ver como día a día crecen los visitantes y sus lecturas. Es muy grato para mí
escribir mis pensamientos, vivencias o reflexiones, sabiendo que alguien estará
al otro lado leyendo y participando indirectamente de este circo que se está
convirtiendo en mi pasión. Gracias de todo corazón.
Y bueno, voy al tema, que es lo que me ha movido a
escribir mi post de hoy. Resulta que como ya sabéis muchos de los lectores que
me seguís, siempre digo que intento destinar unos minutos del día a repasar
muchos portales digitales así como blogs vecinos o de amigos. Hoy, una noticia ha
llamado claramente mi atención y no podía dejar de comentarlo. Aunque solo fuera
una mención, unos minutos de mi tiempo para dedicarles unas líneas.
He leído un post que me ha dejado sorprendido. Diría que incluso
triste. Aunque no es triste la palabra que utilizaría, diría más bien: funesto,
perplejo, entusiasmado o también por qué no, compungido.
Se trata de una historia de amor algo especial y que rápidamente
se conoció por las redes sociales. En poco tiempo se convirtió en algo viral,
dando la vuelta al mundo. Pero su desenlace es bastante trágico y ha revolucionado
a todos los estadounidenses y parte del mundo interactivo. A mí personalmente
me ha emocionado, haciéndome incluso reflexionar muy mucho.
La historia en sí, se base en dos jóvenes llamados Katie
y Dalton Prager. Ambos gravemente enfermos de fibrosis quística. Se conocieron con
dieciocho años, por las redes sociales cuando se encontraban ingresados en sus
respectivos hospitales.
“Si tu alguna vez necesitas algún amigo para hablar,
puedes ponerte en contacto conmigo”. Con estas palabras, rompió el hielo Kate, en respuesta a
unas pésimas palabras que escribió Dalton en el muro de su Facebook, cuando le
ingresaron de urgencia ante su enfermedad. Desde entonces, sus mensajes de
apoyo fueron constantes y rápidamente se enamoraron teniendo así una idílica y
a la vez distinta relación en la distancia.
Fue a tanto ese amor y avanzo tan rápido, que quisieron
verse, hicieron lo imposible para poder encontrarse.
Pero Dalton le advirtió a Katie que era muy difícil. No
por la distancia, sino porque él sufría una infección contagiosa llamada ‘Burkholderia
Cepacia’, como agravante de su propia enfermedad y peligrosa para otros
enfermos de ‘fibrosis quística’.
Los doctores le recomendaron a Katie, que no debían
encontrarse, por ese temor a contagiarse con la bacteria. Era un riesgo que se podía
evitar. A lo que ella escuchando su corazón, reacciono de inmediato y sin ningún temor le
hizo entender que no temía ser contagiada y prefería correr ese riesgo por ser
feliz a su lado. “Le dije a Dalton que prefería ser feliz, muy, muy feliz, por
cinco años de mi vida y morir. Antes que ser mediocremente feliz y vivir por 20
años.”
Así que después de correr ese riesgo, ambos se conocieron
en persona y empezaron un noviazgo. Aunque no fue un noviazgo fácil ya que el
estado de ambos empeoraba por momentos. Pero siempre encontraban fuerzas para
resurgir como el ave fénix. En ese duro proceso, deciden casarse en contra de
todo su entorno. Pero al estar el uno y el otro tan enamorados, finalmente les
respetan la decisión, logrando así culminar ese amor a modo de matrimonio, dos
años después de conocerse.
Ya una vez casados, su proceso empeoró, por lo que no
pudieron estar juntos en los últimos tiempos. Tuvieron que ser de nuevo
hospitalizados y cada uno de nuevo en sus respectivas ciudades que es donde les
trataban. Así que de nuevo estuvieron separados.
Las familias lucharon por juntarles en un mismo hospital.
La propia familia de Dalton, tenía la esperanza de contar con el apoyo de una
empresa de transporte para que lo llevaran a un hospital más cercano de su
joven esposa. Ya que solo tenían una intensa comunicación telefónica o por las
mismas redes sociales, Facebook o Twitter.
“Si tan solo podemos pasar un día y una noche juntos,
estaremos felices con eso”
Estos últimos meses, ella se encuentra en cuidados paliativos,
mientras que él, se encontraba en la unidad de cuidados intensivos, atado a un
respirador en estado bastante crítico, pero sus ilusiones de estar juntos no
cesaban. Dalton tenía ganas de vivir para reencontrarse con ella de nuevo ya
que la última vez que se vieron físicamente fue en su quinto aniversario de
boda el pasado 16 de julio.
Pero todo esfuerzo fue en vano. Desgraciadamente Dalton
no aguanto tanto sufrimiento y el pasado sábado falleció con tan solo 25 años. Perdió la batalla a
causa de su grabe enfermedad. Lo más triste de todo es que se fue sin poder
reunirse con su amor.
Un duro golpe o mazazo para la pobre Katie, que en la
actualidad se encuentra también luchando por su vida. Intentando ganar una
batalla, que de antemano parece perdida. Pero ella no teme a morir. Aunque seguramente
entienda que por fin podrá encontrarse con su amor Dalton y vivir una segunda
etapa juntos, libres de esa enfermedad que les separó.
“Dalton se enfrentó a una batalla larga y dura con la fibrosis
quística. Fue un luchador valiente y ‘RENUNCIAR’ no estaba en su vocabulario”,
dijo muy afectada en un mensaje reciente en su muro de Facebook.
MI REFLEXIÓN
Ojalá, la pobre Katie dejase de sufrir esta amarga agonía.
Pudiese curarse y ser plenamente feliz. Es algo difícil y a la vez muy
lamentable. Pero la esperanza es lo último que tendríamos que perder, aunque a
veces la perdamos muy rápido. Desafortunadamente
el pobre Dalton, perdió esa dura batalla, aunque la supo luchar y batallar. Nunca se rindió sabiendo de antemano su triste
final. Fue valiente, optimista y nunca miro hacia atrás.
Estas historias me hacen darme cuenta de lo estúpidos que
somos ya que diariamente nos separamos o nos distanciamos de nuestros amigos,
familiares y parejas. En resumen, de nuestros seres más queridos, por tonterías
y enfados inútiles. En lugar de vivir a tope esta vida que solo tenemos una y
que no deberíamos desperdiciarla. Más bien tendríamos que vivir intensamente el
día a día y no pensar tanto en un futuro. Un futuro que nadie, absolutamente
nadie, puede saber que desdicha o virtud nos tendrá deparado.
By DANY
LOMAS LL.R.
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