sábado, 26 de diciembre de 2015

NAVIDAD PARA ENGORDAR


 
 
Hoy, día 26, llego a casa después de unos días de comilonas en familia, me siento moñas, y pongo un disco en mi nuevo tocadiscos vintage. Entre mis antiguos discos, suena un recopilatorio con exitazos del momento.  Glen Medeiros, Sting, Bon Jovi, la gran Madonna, Rick Atsley, Elton John..y un sinfín de cantantes que me recuerdan esas noches buenas viendo con mis hermanos la televisión española, comiendo turrón y bailando todo, viviendo la navidad con esa intensidad, como solo unos críos lo saben hacer.
El sonido me atrapa y me transporta a mi infancia, cargada de música. Y de buenos momentos, disfrutando de lo que es la nostalgia y la magia de la Navidad.  Y es ahora, después de dos días intensos, cuando empiezas a recopilar todo lo vivido estos días.
 

Cae la noche del día 24, se enciende la chimenea, y ese fuego caldea el comedor mientras que su Majestad el Rey Felipe VI, ya asoma la patita por todas las televisiones de España. Con semblante de hombre maduro y postura señorial, desde el magnífico palacio real de Madrid , nos da la charla durante unos 40 minutos. Es entonces cuando de repente ya ves que no hay vuelta atrás. Ya estás en noche buena, en la antesala de la navidad y empiezan los especiales navideños, Malú, Raphael, una programación de lo más disparatada.

Encendemos la vela del centro de la mesa, y empezamos a llenar las copas de vino espumoso, contra más burbujas mejor. Y fluyen los platos de delicatesen por nuestras manos, mientras los chistes y los chascarrillos graciosos nos sacan las mejores de las sonrisas de la noche.

Después de una larga hora comiendo y repitiendo, llega el momento de los turrones, y el cava, a ser posible, Freixenet, mmm... Que rico.  y casi sin parar de reír, llegan los regalos, Papa Noel, entro por… no sé, porque no tengo chimenea, pero por algún hueco de la casa, fijo. El caso es que estamos de lo más generosos y lo regalamos todo, que no falte de nada, y si lo tenemos repe, no importa. Lo aprovechamos para otro regalo y arreglado.  
Momento de los chupitos, y los cubatas. Dios.. Son las 6 de la madrugada, a ver ahora quien se acuesta. Pero será cuestión de acostarse en algún momento ya que al día siguiente continua la fiesta.

 


25 de diciembre.. fun fun fun...Navidad,las dos de la tarde y de nuevo comilona. Los gambones vuelven a la mesa, parece que anoche no nos quedamos totalmente saciados. Y como si no hubiéramos comido en un año entero, lo devoramos todo. Aunque cuesta algo mas ya que estamos llenos, pero nos hemos guardado un hueco en el estómago para que algo caiga. Los más pequeños abren también sus regalos, y aprovechamos para hacer las típicas fotos navideñas.  Mas comida, más bebida y de nuevo los turrones, lo más típico de la navidad. De chocolate, nata con nueces, de almendra o yema tostada. Los licores también abundan en nuestros coloquios mientras lo criticamos todo. Y en la programación de televisión, vuelven a repetir todo lo del día anterior. Y así pasan las horas, casi unimos la comida con la cena, y cuando por fin es hora de irse a la cama, nos duele todo, aunque más el estómago, por la barbaridad de comida que se ingiere ese mismo día.

 


Día 26, igual a día de las sobras. Hoy no se come otra cosa que no sea lo que ha sobrado de la navidad, en algunas poblaciones españolas se celebra San Esteban, otra excusa más para reunirse entre familia y amigos, para liarla como en cualquier encuentro. Pero en realidad, yo creo que apenas se cocina. Cambiamos el horno por el microondas. Mañana por fin tendremos una tregua,  unos días de parón en las comilonas y así poder hacer un poco de bondad y comer menos, o por lo menos hacer comidas más livianas. Aunque la tregua nos dure solo cuatro días, ya que el 31 de diciembre, nos espera más de lo mismo. Pero eso ya llegara. Será otro post del futuro. Así que no adelantemos.

 

El resumen, es que todo es genial, en un entorno de lo más fastuoso, familia, amigos, pero no dejo de pensar en todas esas personas que lo están pasando mal, que están sin casa, o sin nada que comer. Si dependiera de mí, nadie pasaría hambre estos días. Siempre tenemos que ofrecer un plato a todos aquellos que lo necesiten. Está claro que uno solo no hace mucho, pero entre todos podemos hacer algo más. 
Y qué decir de las personas que están solas, bien sean abuelos o gente que por alguna causa no tengan a nadie que poder felicitar la Navidad, con quien compartir un abrazo estos días.  Me da pena tan solo escribirlo, y es que la vida es así. La vida pasa,  como pasa un tren, y nos toca vivirla como viene, es por eso que siempre digo que tenemos que vivirla a tope y siempre con mucha emoción, como si fuera la última. No se sabe lo que nos depara el futuro, pero mejor ni pensar. Vive el presente y a tope.
 
by Dany Lomas

4 comentarios:

  1. Ay amor, ya te entiendo, k bonita manera de expresarte, me haces sentir cerca tuyo, te quiero.

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  2. Ay amor, ya te entiendo, k bonita manera de expresarte, me haces sentir cerca tuyo, te quiero.

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